Ya se fue el Carnaval y volvemos a una cierta normalidad. Estamos a tiempo de preparar un acto simbólico, lleno de afecto y deseos de agradar, como homenaje a nuestro importante músico.
Somos un coro muy pequeño, que cuenta con pocos medios y que solo pretende aprender y ofrecer lo que sabe a todos los que valoran nuestro esfuerzo. Madrugar los sábados para ir a cantar, de diez a once y media, debería ser considerado por parte de las instituciones que velan por la Infancia y la Cultura. El tiempo traerá la excelencia de las manos que saben unirse para conseguirla. La pertenencia a una coral infantil mejora la convivencia, la disciplina, la tolerancia, la cooperación...
El año pasado intentamos conocer un poco a Ángel Barja por medio de su música y de los familiares que amablemente nos acompañaron y valoraron, a pesar de la pequeñez de nuestros medios. Pero estamos dispuestos a mejorar si los demás nos ayudan.
Hoy es el XXIX aniversario de la muerte de Ángel Barja. El próximo año quizá las instituciones consideren interesante poner en valor su origen y su importancia como músico. Mientras tanto, nosotros seguimos...