CUBA
Las ideas liberales y el capitalismo económico se expanden en América del Norte, de Este a Oeste, eliminando las culturas y las tribus indígenas, reduciéndolas a vivir en las tierras más pobres, después de guerras de pólvora y rifles contra piedras y flechas.
Con la tecnología europea y un continente a su disposición, el capitalismo triunfa hasta el día de hoy, teniendo en los bancos y grandes empresas multinacionales su más fiel expresión.
España perdía sus últimas fronteras de ultramar: Filipinas, Cuba y Puerto Rico.
Hasta los huesos de Colón volvieron a la Península.
FILIPINAS
Un barco explota y es la excusa perfecta para adueñarse de Cuba y Filipinas, únicos territorios que España conserva de su audaz empresa viajera del Renacimiento. En Filipinas desembarcan tropas estadounidenses para liquidar la presencia española.
Un consorcio amgloamericano se adueña de todos los mares.
MARCELO ADRIÁN
LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS
TRATADO DE PARÍS DE 1898
Tratado de París de 1898, firmado el 10 de diciembre de 1898, terminó la Guerra hispano-estadounidense.
Mediante dicho tratado, España abandonó sus demandas sobre Cuba, que declaró su independencia. Filipinas, Guam y Puerto Rico fueron oficialmente entregadas a los Estados Unidos por 20 millones de dólares.
Aunque durante las negociaciones España intentó incluir numerosas enmiendas, finalmente no tuvo más remedio que aceptar todas y cada una de las imposiciones estadounidenses, puesto que había perdido la guerra y era consciente de que el superior poderío armamentístico estadounidense podría poner en peligro otras posesiones españolas en Europa y África.
El tratado se firmó sin la presencia de los representantes de los territorios invadidos por Estados Unidos, lo que provocó un gran descontento entre la población de esas excolonias, especialmente en el caso de Filipinas, que acabaría enfrentándose contra los Estados Unidos en la guerra Filipino-Americana.
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