jueves, 8 de enero de 2015

FIN DE UNA DINASTÍA

La dinastía Trastamara, a la que pretenecían tanto Isabel como Fernando, llega a su fin con la muerte de su único hijo varón Juan. Las cuatro hijas son casadas en cortes europeas, buscando alianzas que permitiesen la unión de los tres reinos peninsulares: Castilla, Aragón y Portugal. Esto no fue posible.

Juan del Encina canta a este triste suceso, que trajo a España un rey extraño, de costumbres nuevas y amigos flamencos que no eran vistos con agrado por los nobles fieles a Isabel y Fernando.



LETRA

Triste España sin ventura,
todos te deven llorar.
Despoblada d'alegría,
para nunca en ti tornar.

Tormentos, penas, dolores,
te vinieron a poblar.
Sembróte Dios de plazer
porque naciesse pesar.

Hízote la más dichosa
para más te lastimar.
Tus victorias y triunfos
ya se hovieron de pagar.

Pues que tal pérdida pierdes,
dime en qué podrás ganar.
Pierdes la luz de tu gloria
y el gozo de tu gozar.

Pierdes toda tu esperança,
no te queda qué esperar.
Pierdes príncipe tan alto,
hijo de Reyes sin par.

Llora, llora, pues perdiste
quien te havía de ensalçar.
En su tierna juventud
te lo quiso Dios llevar.

Llevóte todo tu bien,
dexóte su desear,
porque mueras, porque penes,
sin dar fin a tu penar.

De tan penosa tristura
no te esperes consolar.

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